Autocontrol emocional
En el presente
trabajo expondré los diferentes tipos de emociones que tengo con mayor
frecuencia, así poder realizar un proceso de autoevaluación para poder
reconocer e identificar el manejo que tengo de mis emociones y el efecto de
ellas a lo largo de mi vida.
Así mismo
plantear el cómo llevar a cabo un proceso de autocontrol con aquellas emociones
que tienen más efectos negativos que positivos y que han provoca un mal manejo
de diferentes situaciones en las que he estado inmersa en las diferentes áreas
de mi vida como lo es como estudiante, hija, ciudadana y trabajadora.
Lo anterior con
la finalidad de aprender a conocerme y reconocer que emociones han sido parte
constante de mi desarrollo en el ambiente personal y social y que, aprendiendo
de ellas, identificándolas y viéndolas con amor sin juicio alguno de mi parte puedo
iniciar un proceso de reconocimiento para así aprender de ellas e iniciar el
trato de las mismas.
Miedo
Esta emoción ha sido constante a lo largo de mi vida, según
el texto de apoyo “nos prepara para una posible amenaza y peligro” pues creo
que se ha excedido en mi vida. El miedo es parte constante en mi vida llegando
a tal punto que me paraliza a la hora de emprender alguna idea o iniciar algo
nuevo, pero me cuestiono el que otras cosas acarrea el miedo y es el querer
perfección en cada paso que doy y en definitiva es la parálisis, el quedar en
shock entre lo que se quiere y lo que la mente te dice que puede llegar a suceder.
El tema del miedo
es una emoción reconocida desde hace ya algún tiempo para mí, tan así que ya he
logrado en más de una ocasión ser una
observadora de la situación, ser una observadora de como mi mente inicia una
especie de guerra por decirlo así entre lo que quiere y lo que susurra de lo
que puede llegar a suceder y es el ser
consciente de esos dos bandos que se despiertan en el momento en que algo me
conlleva a salir de mi zona de confort y con observadora me refiero que en
varios momentos me siento la espectadora de mi propia mente como por poner una
analogía me siento aquella persona que ve la corrida de toros pero la ve desde
las escaleras y no metida en ella.
Tristeza
A la par de momentos
de felicidad también están los de tristeza. Dicha emoción nunca ha sido ajena
en mi vida, mi constante ha sido reconocer que emoción estoy sintiendo, pero la
tristeza es una emoción que ya la reconozco y es aquella emoción que tal cual como
lo dice el texto de apoyo “favorece a la autoevaluación y la reflexión”
Por ello es una emoción la cual no la desvalorizo y es más la tengo muy presente en mi vida y observo como el entorno crea una exigencia por disminuirla; como si el estar triste estuviera mal, como si la constante fuera estar siempre alegre, siempre feliz y es algo que me costó asimilarlo a la par porque más allá del entorno también esta el tema de las redes sociales que han aumentando esa exigencia y me costo asimilarlo porque para mí es necesaria la tristeza. Claramente hay niveles de tristeza así como las situaciones que las desencadenan; en este caso hablo de esa tristeza que te detiene a reflexionar a autoevaluar lo que estás haciendo y asumiendo cuando hay algo que marcha mal, como cuando me pongo en tercer lugar; asimismo cuando me he estado diciendo alguna mentira sobre alguna cosa y pasa de ser algo inconsciente a consciente.
Por ello es una emoción la cual no la desvalorizo y es más la tengo muy presente en mi vida y observo como el entorno crea una exigencia por disminuirla; como si el estar triste estuviera mal, como si la constante fuera estar siempre alegre, siempre feliz y es algo que me costó asimilarlo a la par porque más allá del entorno también esta el tema de las redes sociales que han aumentando esa exigencia y me costo asimilarlo porque para mí es necesaria la tristeza. Claramente hay niveles de tristeza así como las situaciones que las desencadenan; en este caso hablo de esa tristeza que te detiene a reflexionar a autoevaluar lo que estás haciendo y asumiendo cuando hay algo que marcha mal, como cuando me pongo en tercer lugar; asimismo cuando me he estado diciendo alguna mentira sobre alguna cosa y pasa de ser algo inconsciente a consciente.
En definitiva
para mí la tristeza nos hace sentir tan vulnerables, tan humanos, tan de no
tener el control de los demás, de las situaciones y en definitiva la tristeza es
una emoción que hace parte de mi vida y que me recuerda lo humana que soy.
Ira
Está emoción me
es un poco compleja reconocerla, ya que me consideraba una persona pasiva y en
sí lo que sucede realmente es que prefiero ignorar y esto ha conllevado que en
su momento lo consideraba como algo bueno porque no me dejaba afectar por cosas
de terceros y que en algunos espacios me han considerado como una persona
paciente, que es muy difícil “sacarme de las casillas” y por ese motivo llegue a pensar que esa
emoción era ajena a mí pero no es así la
ira también ha sido parte de mi vida, simplemente es poco visible para los
demás y lo era hasta para mí porque en muchas ocasiones la he tratado de anular
pero como dice en el texto de apoyo “ la ira se desencadena cuando nos vemos
sometidos a situaciones que producen frustración y así mismo que su acción
interrumpe los procesos cognitivos” y así mismo me ha sucedido a mi en
repetidas ocasiones.
Se puede decir
que la emoción de ira era difícil reconocerla y así mismo tener una reacción
como respuesta porque inconscientemente la canalizaba en otras cosas, es decir;
se me facilita de cierta manera reprimirla, pero luego debía salir y lo he
hecho con deporte, pintar, escribir.
Guía del control de las emociones
Mi
control de emociones cuenta con 3 pasos:
1. Ver: Independientemente
de la emoción como primera medida es ponerle nombre a lo que estoy sintiendo
sin juzgar, simplemente colocarle nombre.
2. Analizar: Teniendo
en cuenta el paso anterior, en este punto es saber que estoy pensando, cuál es
ese pensamiento que me está llevando a tener cierta emoción. Así mismo, ser
honesta y reconocer mi manera de pensar de determinada situación y valorar si
puede ser real aquello que estoy pensando, sí amerita la pena estar de esa
manera. Además, observar de qué manera estoy llevando a cabo la emoción, como
la expreso, si se está somatizando. También en este punto observar si hay
cierto patrón de conducta y empezar hacerlo consciente para así tratarlo
3. Concluir: En
este paso, después de dar una valoración al pensamiento que es lo que antecede
a la emoción, pensar en que técnicas llevar a cabo para el manejo de esa
emoción tanto de este momento como para en momentos futuros, así mismo analizar
que fue eso que desencadeno la emoción como método de prevención ya que muchas
veces la emoción se desarrolla por cosas no atendidas.
Adicional
a lo anterior, las técnicas que me ayudan hacer un efecto domino para el manejo
de mis emociones son las siguientes: Meditación, escribir, ejercicio, respiración
También
después de analizar una de las cosas no atendidas en lo personal ha sido el no
darme mis espacios, ya que parte de mi personalidad es necesitar de tiempo a
solas, ya sea acostarme en la cama a ver el techo, tomarme un café. En fín, tener
aquellos momentos de aislamiento ya que fácilmente me saturo, son esos momentos
como de afianzarme a mí misma, de recargar energías y van muy aparte de las
técnicas anteriormente mencionadas ya que, a pesar de ser momentos para mí
misma, me es necesario por un momento no tener como tal algo por hacer.
El
reconocimiento de las emociones y la aplicación de las diferentes técnicas para
el manejo de las mismas ha impactado positivamente a nivel personal y en los
diferentes escenarios de mi vida. Así mismo el tener inteligencia emocional ayuda
a tener conciencia de cuales son esas emociones que hacen parte del diario a
vivir, reconocerlas y saber cuáles aportan algo positivo para seguir manteniéndolas
y cuales por el contrario sus efectos son negativos y dificultan a la hora de
toma de decisiones o darle solución a un conflicto. Igualmente, la IE ayuda
asumir las consecuencias de ciertas decisiones con la finalidad de buscar
soluciones y mejorarse a uno mismo que a la vez ayuda a mejorar el trato con
los demás ya que se logra comprender los sentimientos del otro, ser tolerantes y
mejorar la capacidad para trabajar en equipo teniendo una buena actitud que
brinda mayores posibilidades de desarrollo personal.